El pescado es para la Semana Santa como el juguete para Navidad. No puede faltar. Representa el ayuno y la abstinencia de comer carne roja y, aunque en la Biblia no aparezca claramente lo que comieron Jesús y sus discípulos, este alimento parece ser el plato más degustado en la Ultima Cena, según una investigación realizada sobre las representaciones artísticas de la más famosa cena de la Historia -entre ellas el famoso lienzo de Leonardo da Vinci-, en las que aparecen preparaciones de pescado, anguila y cordero.
El estudio fue hecho en la Universidad de Cornell para el International Journal of Obesity. La nota, publicada en el matutino porteño Clarín, cuenta que los investigadores usaron tecnología informática para estudiar los objetos aparecidos en 52 cuadros sobre la cena. Tras escanear las comidas de las distintas pinturas, se reveló que los platos más frecuentes eran el pescado (18 por ciento), seguidos por los de cordero (14 por ciento) y de cerdo (7 por ciento), mientras que en el 46 por ciento de los casos no se podía distinguir.
Nunca en la vía pública
Las razones por las que se elige el pescado en esta época tienen que ver sobre todo con la abstinencia de carne. Pero, además, este alimento es uno de los más nutritivos aunque debe ser conservado adecuadamente, según destacó Nora de Kristal, directora de Bromatología del Siprosa.
La especialista habló sobre los puntos por tener en cuenta para saber si el pescado que se compra está en buen estado. El primer consejo es básico: "ir sólo a los negocios que puedan acreditar la procedencia del producto, que sean reconocidos y nunca comprar pescado en la vía pública", resaltó.
En las pescaderías o supermercados también hay que prestar atención a la forma en que se exhiben, destacó Kristal. "Hay que fijarse que estén apoyados sobre una capa de hielo en escamas", comentó. Este detalle tiene su explicación: el pescado debe mantenerse a una temperatura cero grado, indicó.
Kristal precisó otros detalles que permiten reconocer la frescura del pescado: su olor, la elasticidad de la carne al tacto, los ojos salientes y brillantes y sus escamas, que deben estar bien adheridas. Además, los bordes no tienen que estar secos ni amarillentos y las agallas deben ser rojas.
Después de la compra es fundamental conservar bien el producto y manipularlo de manera adecuada, ya que estos alimentos suelen alterarse muy rápidamente. "Lo ideal es consumirlos el mismo día que se los compra, o al día siguiente. Si no, hay que guardarlos en un freezer", destacó.
No comerlo crudo
Para descongelarlo, Kristal recomendó hacerlo dentro de la heladera durante un día entero o en un horno a microondas, pero nunca descongelar a temperatura ambiente. "Es preferible no comer pescado crudo", especificó.
Además de estas recomendaciones, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) dio otros consejos respecto a los crustáceos menores, como camarones y langostinos. "En ningún caso deben presentar manchas negras, olor desagradable o desprendimiento entre cabeza y tronco, porque eso también es signo de deterioro. Los calamares deben presentar una piel lisa, suave y húmeda sin manchas sanguinolentas o extrañas a la especie; sus ojos deben ser brillantes y salientes, y su musculatura consistente y elástica. Al comprar mejillones deben tener las valvas cerradas. Si están abiertas hay que darles un leve golpe para ver si se cierran", indicó.
"Es preferible consumir los pescados bien cocidos, en especial las personas más susceptibles, como embarazadas, niños, ancianos e inmunosuprimidos", añadió.
El estudio fue hecho en la Universidad de Cornell para el International Journal of Obesity. La nota, publicada en el matutino porteño Clarín, cuenta que los investigadores usaron tecnología informática para estudiar los objetos aparecidos en 52 cuadros sobre la cena. Tras escanear las comidas de las distintas pinturas, se reveló que los platos más frecuentes eran el pescado (18 por ciento), seguidos por los de cordero (14 por ciento) y de cerdo (7 por ciento), mientras que en el 46 por ciento de los casos no se podía distinguir.
Nunca en la vía pública
Las razones por las que se elige el pescado en esta época tienen que ver sobre todo con la abstinencia de carne. Pero, además, este alimento es uno de los más nutritivos aunque debe ser conservado adecuadamente, según destacó Nora de Kristal, directora de Bromatología del Siprosa.
La especialista habló sobre los puntos por tener en cuenta para saber si el pescado que se compra está en buen estado. El primer consejo es básico: "ir sólo a los negocios que puedan acreditar la procedencia del producto, que sean reconocidos y nunca comprar pescado en la vía pública", resaltó.
En las pescaderías o supermercados también hay que prestar atención a la forma en que se exhiben, destacó Kristal. "Hay que fijarse que estén apoyados sobre una capa de hielo en escamas", comentó. Este detalle tiene su explicación: el pescado debe mantenerse a una temperatura cero grado, indicó.
Kristal precisó otros detalles que permiten reconocer la frescura del pescado: su olor, la elasticidad de la carne al tacto, los ojos salientes y brillantes y sus escamas, que deben estar bien adheridas. Además, los bordes no tienen que estar secos ni amarillentos y las agallas deben ser rojas.
Después de la compra es fundamental conservar bien el producto y manipularlo de manera adecuada, ya que estos alimentos suelen alterarse muy rápidamente. "Lo ideal es consumirlos el mismo día que se los compra, o al día siguiente. Si no, hay que guardarlos en un freezer", destacó.
No comerlo crudo
Para descongelarlo, Kristal recomendó hacerlo dentro de la heladera durante un día entero o en un horno a microondas, pero nunca descongelar a temperatura ambiente. "Es preferible no comer pescado crudo", especificó.
Además de estas recomendaciones, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) dio otros consejos respecto a los crustáceos menores, como camarones y langostinos. "En ningún caso deben presentar manchas negras, olor desagradable o desprendimiento entre cabeza y tronco, porque eso también es signo de deterioro. Los calamares deben presentar una piel lisa, suave y húmeda sin manchas sanguinolentas o extrañas a la especie; sus ojos deben ser brillantes y salientes, y su musculatura consistente y elástica. Al comprar mejillones deben tener las valvas cerradas. Si están abiertas hay que darles un leve golpe para ver si se cierran", indicó.
"Es preferible consumir los pescados bien cocidos, en especial las personas más susceptibles, como embarazadas, niños, ancianos e inmunosuprimidos", añadió.